"60.000 Marcos es lo que nos cuesta este discapacitado a lo largo de su vida. Este dinero es tambien vuestro”.



Este blog quiere ser un medio de información y sensibilización para todos los profesionales de la salud y cualquier persona interesada en los desmanes realizados por médicos y otros profesionales durante la era nazi.




domingo, 25 de octubre de 2015

La resistencia de los alemanes al nazismo: el Dr, George Groscurth y la Unión Europea.

En otras ocasiones en este blog nos hemos hecho eco de la resistencia al nazismo en Alemania y del papel jugado por organizaciones como la Rosa Blanca.

En esta ocasión hablaremos gracias a la revista Jot Down del Dr. Georg Groscurth. Este doctor que gozó de una gran protección ya que fue médico de Rudolf Hess era miembro de una red de resistencia que distribuía octavillas con mensajes que llamaban a la oposición al nazismo. El Dr. Groscurth no sólo llamaba a la resistencia sino a la creación de un nuevo orden europeo y democrático. Su organización clandestina se llamaba sencillamente: Unión Europea.

Asimismo declaró inhábiles para el servicio militar a muchas personas, y ofreció protección a judíos y a otros opositores.
Dr. George Groscurth
El Dr. Groscurth fue detenido y ejecutado. Su esposa, una ferviente antinazi como él, fue victima del ostracismo durante la postguerra ya que era un ejemplo vivo de la resistencia y de como algunos se negaron a colaborar con el nazismo y otros miraron hacia otro lado. Fue acusada de propagandista roja  por defender los valores democráticos y europeistas y la posibilidad de la disidencia.

El Dr. Groscurth y su esposa Anneliese 

La labor del Dr. Groscurth y de su esposa fue reconocida con el galardón de Justo entre las Naciones, mediante el cual Israel reconoce la labor de todas aquellas personas que pusieron en riesgo sus vidas, o incluso las perdieron, por defender a los judios perseguidos por el régimen nazi.

La obra del autor Friedrich Christian Delius titulada: Mi año de asesino, retrata a la perfección la historia del Dr. Groscurth y de su esposa.

sajalin

Aprovecho para recomendar la lectura de los artículos sobre Holocausto y II Guerra Mundial que se publican en la revista Jot Down. Son un ejemplo de rigor sobre unos temas en los que es fácil caer en mensajes repetidos y en claros errores históricos.

Placa que recuerda al Dr Groscurth en Berlín.



sábado, 17 de octubre de 2015

Inauguración del Memorial de Rives Altes. La memoria europea.

En una entrada de este blog hablamos del campo de Rives Altes. Este campo, situado a 40 km de la frontera española resumen mucha de la memoria de Europa y podría aportar una serie de elementos de reflexión acerca de los refugiados.

Este campo, el mayor de toda Europa Occidental, albergó durante su funcionamiento a diferentes grupos de personas:

  • 20000 Españoles que huían del ejército de Franco, miles de personas, hombres, mujeres y niños, obligados a cruzar la frontera francesa para proteger sus vidas. A su llegada a Francia eran llevados a campos de concentración separando los hombres de las mujeres, y desgarrando familias. Hambre, frío, suciedad, y enfermedad fueron los compañeros de los españoles en los campos de Argeles, Barcarés, y St Ciprian entre otros.
  • 7000 Judíos que huían de Alemania, Austria, Polonia y Checoslovaquia, países que ya estaban bajo el dominio nazi y dónde la vida para los judíos se estaba volviendo cada día más peligrosa.
  • Gitanos, como siempre apatridas, molestos, sospechosos de todo.
  • Pacifistas.
  • Miembros de las Brigadas Internacionales que habían venido a España a luchar contra Franco ¿cómo iban a volverse a sus países?
En campos como Rives Altes, los "indeseables" como eran conocidos por las autoridades francesas eran vigilados por el ejercito, la policia y las tropas coloniales francesas.
Niños españoles en Rives Altes

De Rives Altes, muchos indeseables fueron llevados al campo de tránsito de Drancy, en las cercanias de Paris, y de allí a los campos nazis de la muerte como Auschwitz o Mauthausen.

Francia pide perdón por el trato que dió a los refugiados y por la colaboración del gobierno francés con los nazis.

A partir de 1944 el campo  albergo a prisioneros de guerra alemanes. Em 1962 sirvió de hogar a los harkis, que era como se denominaba a las tropas argelinas que colaboraban con el gobierno francés. Posteriormente Rives Altes fue un centro de detención de inmigrantes irregulares.

Rives Altes simboliza muchas tragedias sobre todo la reclusión de todos los "indeseables y molestos". Da igual la epoca, antes judios, españoles, posteriormente inmigrantes. 

Las memorias europeas se cruzan y se entrecruzan. 

Españoles en Rives Altes

El Gobierno francés presidido por su Primer Ministro ha inaugurado el nuevo Memorial de Rives Altes. El Gobierno Español como siempre, ausente de cualquier acto que recuerde a los españoles que se tuvieron que marchar y que yacen a lo largo de toda Europa. Aquí hay también una parte de la Historia de España.


¿Podríamos imaginar que un gobierno europeo no acudiera a un acto de recuerdo de un lugar dónde 20000 de sus ciudadanos estuvieron prisioneros? 

Demasiadas preguntas y demasiadas reflexiones. Europa a veces recuerda, reconoce sus errores y pide perdón. España, que dice llamarse un país europeo, nunca lo hace.

Muchas lecciones del pasado con la vigencia de volver a repetirse todos los días. Miles de refugiados que llaman a la puerta de Europa y son tratados como hace 70 años lo fueron los españoles, los judios y todos los así llamados indeseables.





domingo, 11 de octubre de 2015

El asesinato de los niños nacidos con discapacidades en la Alemania y Austria nazi.

Hemos comentado muchas veces en este blog como la idea nazi de mejora de la raza se llevó a cabo en una primera fase, deshaciéndose de adultos y niños nacidos con discapacidades o con defectos físicos y psiquicos.

La mal llamada "Eutanasia nazi" (asesinato sistematico, se debería llamar) comenzó con los niños ingresados en hospitales. A la familia le decían que el niño sería trasladado a centros especiales para un mejor diagnóstico y tratamiento. Las familias que se negaban eran amenazadas.  No obstante teniendo en cuenta el clima económico y social de la época y la insuficiencia de recursos asistenciales y sociales no era tampoco de extrañar que algunas familias miraran para otro lado. En cierto modo se liberaban de un problema, a veces hay que intentar comprender.

Los niños eran trasladados a esos centros especiales y allí mediante una combinación de dietas hipocalóricas, exposición al frió, y administración de inyecciones letales fallecían a los pocos días. La familia recibía un falso certificado de defunción aludiendo siempre a que la causa del fallecimiento había sido por causa natural.

Los órganos de los niños que tenían algunas enfermedades juzgadas como "interesantes" por algunos médicos eran conservados y utilizados para la investigación y sirvieron para que algunos desarrollaran unas carreras profesionales muy "brillantes".

Evidentemente ni en el caso del asesinato de los adultos ni de los niños se había contado con la voluntad de aquellas personas ni de sus representantes legales: eran los médicos como ejecutores del estado totalitario los que se irrogaban de un poder para decidir sobre la vida de los demás.

Hospital de Am Steinhoff en Viena dónde se llevaba a cabo el asesinato de los niños
Memorial de los niños asesinados en Am Steinhoff
Recipientes para conservar y estudiar los órganos de los niños asesinados 
 Caso muy distinto es el de un paciente o sus representantes que deciden libremente que no quieren recibir mas tratamientos, o el de unos médicos que juiciosamente deciden no administrar más tratamientos o seguir haciendo más pruebas evitando el encarnizamiento terapéutico, o el de unos médicos que emplean una serie de medicamentos que alivian el sufrimiento y el dolor en los últimos momentos de la vida de una persona (sedación paliativa). Ninguno de los supuestos anteriores es ilegal ni está penado por la justicia española.

Otro tema muy diferente es el de la Eutanasia y el suicidio asistido, que son ilegales en unos países y legales en otros.

No hay que confundir los supuestos anteriores (que siempre cuentan con la voluntad de la persona ejercida libremente o por sus representantes) del asesinato sistemático de discapacitados que se llevó a cabo en la Alemania y Austria nazi.

Es fácil caer en conclusiones y generalizaciones muy frívolas y llegar a analogías entre aquella tragedia y el drama al que se tienen que enfrentar a diario pacientes, enfermos, médicos y enfermeros ¿hasta donde llegar? Las respuestas nunca son fáciles, pero han de estar presididas por la humanidad y por el respeto a los deseos de las personas.

La medicina actual nos permite cosas impensables hasta hace poco. Es necesario llegar a un debate serio y sosegado sobre la muerte digna en el que las cuestiones religiosas de unos pocos y las opiniones personales de médicos, politicos y gestores no sean las únicas y que el tema se trate desde todas los puntos de vista. Decisiones tan complicadas no pueden estar únicamente en las manos de unos pocos.


El sufrimiento a que ha estado sometida una niña que se llamaba Andrea y su familia es algo que nunca más se debe volver a repetir. No hay que hacer analogías entre esta tragedia y el asesinato de los niños y adultos nacidos con discapacidades llevado a cabo durante el nazismo. No hay que frivolizar con las palabras: nazismo, y holocausto, demuestra muy poco conocimiento y muy poco respeto a tantas y tan diferentes víctimas.

domingo, 4 de octubre de 2015

Salaspils, el campo de la sangre

Visitar un campo de concentración o exterminio nunca es algo fácil.

A veces uno conoce lo que cree que va a ver, pero luego nada es como suponiamos.

El campo de Salaspils en Letonia es un ejemplo de ello. Está situado a 18 km de Riga, la capital letona. En un principio era un campo para alojar a los judios letones y serviria como acuartelamiento de uno de los escuadrones de la muerte conocidos como Einsatzgruppen. Judíos alemanes fueron obligados a construir el campo.


Entrada al campo de Salaspils

Posteriormente y tras deshacerse de los judios el campo albergó a prisioneros politicos. En torno a 12000 personas fueron confinadas en ese campo.

Las sucesivas acciones de guerra, o de resistencia en la frontera soviético-letona en 1943 provocaron la existencia de en torno a 12000 niños huerfanos. Estos niños fueron llevados a Salaspils. Los más mayores fueron utilizados como mano de obra esclava y los más jovenes fueron utilizados como donantes de sangre involuntarios. Se les extraía sangre hasta la muerte para asi engrosar las reservas de hemoderivados del ejército alemán.

En el libro de Christian Bernadac, Los médicos de lo imposible se cita el siguiente testimonio extraído de las investigaciones llevadas a cabo por la Unión Soviética tras la liberación del campo:
"En el campo de concentración de Salaspils organizaron los bárbaros fascistas alemanes un centro de extracción de sangre de los niños. La sangre tomada de estos niños estaba destinada a los hospitales militares de los alemanes. Hasta los niños de pecho suministraban 150 o 200 gramos de sangre en una sola vez. Varios de estos niños de pecho no sobrevivian a la extracciòn de sangre. Los niños de corta edad suministraban sangre varias veces: cinco y mas aún, con siete dias de intervalo. La aplastante mayoría de los niños fue sometida a estos procedimientos. Tomando como base de cálculo los datos establecidos por el dictamen medico-legal, segun el cual cada niño proporcionaba por término medio quinientos gramos de sangre, hay que considerar como probado que los alemanes extrajeron a los niños rusos tres mil quinientos litros de sangre, por lo menos..."

Nuevamente se usan los conocimientos médicos para hacer el mal y para aprovecharse de otros seres humanos.

El memorial de Salaspils se ubica en un bosque gigantesco como todos los de Europa del Este. No se oye nada. Hay varios monumentos. El silencio solo queda interrumpido al acercarse a uno de los monumentos. De las entrañas de la tierra surge un sonido: los latidos ininterrumpidos de un corazón, que nos recuerda las vidas que se perdieron.


Otro monumento recuerda a los miles de niños asesinados extrayendoles la sangre. Hoy los visitantes depositan muñecos de peluche que tratan de alguna forma de recordar tanto sufrimiento.



Fuera grandes monumentos de estética soviética, y sobre todo el silencio.